TALLER
DE COMUNICACIÓN II.
PROFESORA MARGARITA GUERRA.
GRUPO 613
FRIDA KAHLO:
EJEMPLO DE COMO EL ASPECTO PSICOLOGICO INTERACTUA
EN EL PROCESO DE
COMUNICACIÓN VISUAL.
PRIMER PARTE
LA COMUNICACIÓN COMO UN PROCESO VISUAL
La comunicación en términos
generales
Interacción de la percepción en el
proceso comunicativo
El estado de la imagen en
la comunicación
La comunicación visual.
Una visión introspectiva
SEGUNDA PARTE
FRIDA KAHLO:
LOS AUTORRETRATOS Y LA MANERA DE EXPRESAR SUS SENTIMIENTOS AL MUNDO
Semblanza a Frida Kahlo por Manuel Abraham Horta
Frida Kahlo: El significado de sus pinturas
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a la Descripción de las Pinturas
TEMA
Frida Kahlo,
ejemplo de la interacción psicológica con la expresión artística.
JUSTIFICACION
Elegimos este
tema porque a todos los integrantes nos intereso, ya que nos parece interesante
la capacidad de la percepción de la realidad externa e interna de una persona,
que se puede dar a través de una pintura, en este caso, Frida Kahlo. Tomamos a
Frida Kahlo, porque su vida y sentir, es reflejada de manera directa, en las
pinturas que ella realizaba, y además porque nos pareció admirable la fuerza de
voluntad que tuvo. No obstante, y en gran medida, su pintura, fue para ella un
modo de expresar muy directamente sus sentimientos y actividades ante
diferentes circunstancias. Esto fue como una manera de introspección, pero al
mismo tiempo, un sistema de construcción de la propia imagen que deseaba
presentar a los demás, pues sus emociones, y maneras de pensar, se ven reflejadas,
y en cierta medida, controladas por medio de la pintura.
PROBLEMA
Fue muy difícil encontrar, o más bien, definir un
problema acorde con la comunicación cultural y artística, sin embargo, después
de mucho pensar, encontramos la siguiente serie de preguntas:
1. ¿Quién era Frida
Kahlo?
2. ¿Cómo fue que a
través de las pinturas, Frida podía expresar lo que sentía?
3. ¿Es cierto que a
través de las pinturas, se puede el interior de las personas?
4. ¿Qué quieren
expresar las pinturas de Frida Kahlo?
Estas cuatro
preguntas formuladas en principio, nos llevaron a definir el problema principal,
el cual consiste en averiguar si por
medio de la comunicación visual se pueden comunicar, hacia las demás personas,
sentimientos personales de una persona, y además, como es que se logra esto.
HIPÓTESIS
Nosotros consideramos en primer instancia, que la
comunicación no solo son palabras escritas o sonidos, sino que también son
imágenes, pero ¿Cómo saber que una imagen puede transmitir algo?, así
consideramos, el hecho de que la percepción visual y las imágenes, juegan un papel esencial en la transmisión de
mensajes, y que además, dan lugar a la llamada comunicación visual, la cual
esta directamente relacionada con el medio psíquico y físico del emisor y del
receptor; en consecuencia, tendríamos una relación directamente proporcional
entre ambiente psicológico (sentimientos, experiencias, etc.) y el modo de
expresión visual.
De la misma manera, tenemos que Frida Kahlo fue una
persona que ejerció una influencia considerable en la cultura de México,
durante los tumultuosos años de la post-revolución. También consideramos que
Frida fue un verdadero ejemplo de la capacidad que tiene el ser humano para
reflejar los sentimientos y su manera de pensar, así como la manera de crear
elementos fantásticos dentro de sus pinturas más surrealistas.
Etimológicamente, la palabra comunicación, proviene del
vocablo latino comunicare, que significa
"la acción de poner en común". De modo que cuando alguien se
comunica, esta poniendo en común con alguien, algún pensamiento.
Otra buena definición de comunicación, seria aquella que
dice, que comunicar es participar en el conocimiento y la experiencia, mediante
un proceso de interrelación humana que se realiza mediante signos, o en forma
de códigos. O de manera más sintética, transmitir información de un lugar a
otro.
Si se acepta que la comunicación es la transferencia,
mediante canales naturales o artificiales, de un fragmento del mundo situado en
un lugar y en una época determinada hacia otro lugar y otra época, para influir
en el desarrollo de los comportamientos del ser u organismo, receptor, entonces
es legitimo afirmar que la función de la comunicación es transmitir lo que en
términos generales llamaremos imágenes de un lugar del mundo a otro lugar de
este. Y son solo influir, sino transmitir mediante imágenes, sentimientos y
conocimientos de lugares o personas que no veremos en nuestra propia realidad
espacio – tiempo.
Asimismo, tenemos que los aspectos claves dentro del
proceso de comunicación, son los cuatro siguientes:
1. La comunicación
es un proceso.
2. Se transmite
información.
3. Se realiza
mediante signos, visibles o no visibles.
4. Se realiza con al
idea de comunicar algo.
Con estas
características, podemos decir, que la comunicación es un proceso inevitable,
irreversible, y continuo. Es inevitable porque donde se requiere progreso, o
colaboración, debe haber una transmisión de ideas y de significados. El proceso
es irreversible, porque una vez realizado, no se puede dar de la misma manera,
pero en un sentido contrario (principio de las falacias). Y por ultimo, tenemos
que es un proceso continuo porque la comunicación siempre esta en movimiento,
jamás esta estática, siempre existe una interacción entre los mismos
integrantes.
Como ya
mencionábamos, la comunicación puede darse, en su mayor parte, mediante el
lenguaje, sin embargo existen otros modos, menos directos, de comunicar ideas o
sentimientos, este es mediante la transmisión de dibujos o iconos, los cuales
tiene una forma determinada, pero que además, deben estar determinadas en un
espacio y tiempo determinados, por ejemplo, no podemos dibujar un avión que
esta siendo abordado por gente, y que este sea interpretado de la misma manera
en el siglo XVIII, cuando no existían los aviones.
El esquema
canónico de la comunicación dice que debe existir un emisor (quien transmite la
información), un mensaje (información que se transmite), un receptor (quien
recibe, asimila, y adopta lo que quiere, de la información transmitida), un
lenguaje o código (son imágenes, o movimientos de las cuerdas vocales,
relacionados de manera coherente, y que además deberá ser conocido por ambas partes),
y tomadas mas recientemente, un ambiente (realidad espacio – temporal, así como
interacciones físicas y psicológicas de los participantes).
Nosotros,
tomaremos en cuenta el proceso comunicativo basado en la percepción y en el ambiente
psíquico del emisor, y de cómo el proceso es manejado al antojo de un artista
para transmitir sentimientos, y un cuadro muy ejemplificativo, es el de la pagina
8, en el que se ven los principales actores del proceso comunicativo.
.
Algunos psicólogos cognoscitivos, conciben a la mente humana
como un sistema complejo que recibe, almacena, recupera, transforma, y
transmite información para aprender y solucionar problemas. En esta forma de
concebir a los seres humanos es indispensable que el organismo se cuente con un
sistema que le permita captar información del medio ambiente externo e interno.
En el caso del organismo, este cuenta con una serie de
órganos, que le permiten captar diferentes formas de energía y transformarla en
señales nerviosas mediante un proceso llamado transducción[1].
El organismo capta información ambiental a través de las manifestaciones
energéticas de este. La energía es la manifestación de toda actividad en el
mundo físico: movimiento mecánico, luz, calor, energía química, etc.
La energía actúa sobre los receptores, que son mecanismos
acondicionados para funcionar mediante la energía especifica que se requiere
captar emitiendo una señal nerviosa consistente en reacciones electroquímicas
en las neuronas.[2]
Con esto, tenemos que el organismo esta equipado para
recibir una serie de energías y adecuarlas a su recepción, transducirlas y
enviarlas a los centros nerviosos en forma de señales codificadas por las
fibras conductoras, dando lugar, finalmente a una reacción en el organismo.
El estudio de cómo diversas células receptoras en los
órganos de los sentidos convierten las formas de energía en mensajes nerviosos,
de cómo llegan estos mensajes al sistema nervioso central; y las diferentes
experiencias que originan, se les conoce con el nombre de sensación, y al proceso a través del cual el cerebro interpreta
estos datos sensitivos, se le llama percepción.
Existen numeroso sistemas de recepción, que pueden
agruparse de la siguiente manera:
1. El sistema vestibular. Comprende los receptores de la piel y los canales semicirculares
del oído, los receptores de los músculos y articulaciones.
2. Sistemas olfativo y gustativo. Como su nombre
lo indica, percibe olores, y sabores en conjunto, estos actúan siempre juntos y
mediante un detector químico de alta
sensibilidad.
3. El sistema visual. Este es un sistema
altamente direccional y espacial, ya que saca provecho de la alta
direccionalidad de la luz y de su gran reflectividad sobre la materia. Estas
propiedades, son las que utiliza para operar un mecanismo que representa con
gran eficacia la distribución espacial de la materia alrededor del organismo
nosotros, en esta sección del trabajo, nos interesa, lo que es el sistema
visual.
Una vez que la
energía es transducida y se envía una señal al sistema nervios, la función del
organismo, estriba en interpretar esta señal o complejo sistema de señales. Al
proceso de interpretar la información contenida en las señales nerviosas, como
ya mencionábamos, se le llama percepción. A todo este proceso, es a lo que se
le denomina procesamiento inicial de la
información.
El organismo
reconstituye, de alguna manera, el mundo que lo rodea y sus vivencias, a partir
de un mosaico de fibras nerviosas disparadas con mayor o menor frecuencia. Por
medio de dicho mosaico, recupera perceptualmente los objetos y sus propiedades,
sus experiencias pasadas, los procesos, las acciones y las cualidades que
caracterizan al mundo exterior e interno de la propia persona.
El propósito del
proceso perceptual es dar una interpretación confiable del mundo circundante,
así como de las características de su ser o sentimientos internos, de manera
que el organismo pueda actuar de acuerdo a las condiciones de aquel en función
de las necesidades presentes.
El hombre es
capaz de trascender la dependencia de lo inmediato del aquí y del ahora,
debido a que posee sistemas efectivos,
basados en la memoria, razonamiento, previsión y planificación. Cabe mencionar
que el desarrollo de esta increíble capacidad parte, en mucho, de la
información que en distintas ocasiones ha pasado por los sistemas sensoriales.
El cerebro quien
interpreta el flujo tan complejo de información procedente de los sentidos.
Usándola como materia prima, el cerebro crea experiencias perceptuales que van
mas allá de lo que percibe mediante los sentidos; tales como las ilusiones
ópticas.
Como vemos, la
comunicación y el procesamiento de la información, no solo es un proceso de
interacción entre emisor y perceptor, sino que incluye muchos mas elementos,
que como vimos, dependen directamente de las condiciones fisiológicas de los
órganos de los sentidos.
Sin duda, las
experiencias preceptúales dependen mucho de la experiencia personal y del aprendizaje,
pero otros factores también puede influir en la interpretación de la
información sensorial, como lo hacen la motivación y los valores del individuo.
Las personas
tienden a percibir o emitir algo que piensan que les cubre sus necesidades, lo
mismo ocurre con los valores, estos influyen haciendo que percibamos o
comuniquemos las cosas de un modo mas sarcástico de lo que son en realidad.
La información acerca del estado interno y de sus necesidades adaptativas más urgentes es un requisito indispensable para lograr el adecuado funcionamiento del comportamiento de los organismos. No obstante, existen dentro del sistema visual, ciertas alteraciones que alteran la percepción, como las ilusiones ópticas, o la ambigüedad de las imágenes. Como en el caso de la siguiente figura, que es lo que representa, una familia, o un animal.
Como podemos ver,
la percepción interactúa de manera directa en el proceso de comunicación, como
se puede ver en el cuadro siguiente, el organismo funciona como una caja negra,
donde se recibe información, y esta se procesa mediante la energía de los
estímulos; dentro de la caja, se lleva a cabo una serie de proceso, en lo que
el organismo, asimila, decodifica y clasifica la información que es captada, de
la cual, a fin de cuentas, solo tomara una parte. Además, se toman en cuenta
los efectos que tiene el ambiente circundante, y se mencionan las pautas de
conducta del perceptor.
Uno de los aspectos más interesantes del mundo actual es la posición predominante que en él ocupa la imagen, hasta el punto de constituir una de las definiciones de nuestro modo de vida, la civilización de la imagen. Esta realidad es una de las características más significativas de la sociedad. Nuestra cultura está constituida por un sin fin de elementos perceptibles de génesis muy diversa, como pueden ser la fotografía, el cine, la televisión, los diseños gráficos implícitos en diferentes vehículos de soporte (prensa, medios de comunicación de masas, etc.), los cómics, entre otros. Si se lleva a cabo una pequeña reflexión, se percibe que en nuestra sociedad los medios de comunicación de masas son parte fundamental de ella, es, por lo tanto lógico que sea objeto de análisis y estudio un currículo que contenga estos marcos paradigmáticos.
Por ello el nuevo enfoque del sistema educativo y cultural ha sido sensible a las evoluciones producidas en la sociedad dentro del ámbito de la que hoy denominamos revolución tecnológica; son, por una parte, las imágenes y, por otra, las técnicas, que dan soporte, apoyan y difunden, y que hacen de esta realidad un producto importante no solamente en la actualidad, sino también en el futuro; proceso en el que la técnica cada día resta dificultades en la creación y manipulación de las imágenes.
La función más
objetiva de la comunicación es, puede decirse, transmitir imágenes. La ilustración
de un texto a partir de imágenes, como vía para conocer el mundo social que nos
rodea, la nueva imagen científica, que cambia la idea tradicional de
realización por una visualización temática del mundo, el concepto de imagen
sonora que complementa o reemplaza la percepción visual en el medio ambiente y
constituye un todo en sí mismo.
Si se acepta que
la comunicación es la transferencia, mediante canales naturales o artificiales,
de un fragmento del mundo situado en un lugar y en una época determinada hacia
otro lugar y otra época, para influir en el desarrollo de los comportamientos
del ser u organismo, receptor, entonces es legitimo afirmar que la función de
la comunicación es transmitir lo que en términos generales llamaremos imágenes
de un lugar del mundo a otro lugar de este.
Esta idea de
comunicación designa con el nombre de imagen a un sistema de datos sensoriales
estructurados que son producto de una misma “escena”.
La imagen es una
cosa material: es un documento de papel o un conjunto de señales eléctricas; la
imagen es, pues, objetiva en el sentido de que este objeto particular es
siempre accesible a un observador cualquiera que puede captarla ya sea que este se convierta en testigo del
acto del emisor que lo crea, que se inserte subrepticiamente en el canal en que
se transfiere con (o sin) el consentimiento
del emisor, o que analice los comportamientos del receptor ante el grupo
de estímulos conformados por la imagen.
La reflexión acerca de la imagen
es reciente y se ha centrado hasta ahora casi
exclusivamente en la imagen visual. La imagen fija tiene importancia a partir de la aparición de las técnicas de
reproducción mecánica de los fenómenos
sensoriales; la imagen es una cristalización de lo real sensorial y la
imagen animada, la imagen de una cosa al principio pretende sostener relación
con un “real” que es por lo menos un punto de referencia objetivo, cristaliza
al mismo tiempo la forma y el movimiento es un testigo, un lugar de
intersección de experiencias subjetivas.
Toda imagen es,
en principio figurativa en la medida en que se pretende un soporte de la comunicación,
igualmente de la transferencia de un “fragmento del mundo” ya sea que este se sitúe en nuestro universo
geométrico (los universales de la geometría) o geográfico (los planos o mapas
del mundo o de lugares o que se
localice en un mundo de sueño o de ficción
que requiera sus elementos a los anteriores. Todo proceso de comunicación
deberá ser juzgado en nombre de cierto rendimiento comunicacional.
La comunicación que los mensajes bimedianos (en los términos más simples, el texto ilustrado, la producción radiofónica acompañada de efectos) son a la vez más ricos y más concretos, mas atractivos y fáciles de retener, mejor protegidos contra las perturbaciones y las omisiones, que el mensaje de un discurso lineal mas o menos abstracto, ya sea que se trate de líneas de un texto o de un listado de palabras.
Sin embargo, el
hecho es que este doble mensaje es notablemente mas caro en el sentido económico
y material del termino; es más complejo en su preparación, sus soportes cuestan
mas, es más difícil de reproducir, más voluminoso, más frágil, todo esto ejerce
una contrariedad determinante en su papel
La posesión de los medios masivos de comunicación como radio, televisión, cámaras, minigrabadoras, proyectores, videocasetes, periódicos, revistas, libros de arte, etc. se ha convertido en una característica de la sociedad desarrollada.
Grandes
cantidades de imágenes, mensajes, de todas formas, coinciden en repartirse el
tiempo / presupuesto del ser en su esfera personal o en la de su trabajo. Este
individuo tiene ahora la capacidad de fijar el instante, sonoro o visual, por
sus propios medios y anexar a su biblioteca
una iconoteca y una fonoteca privadas. De esta manera repartirá su
tiempo entre la creación de mensajes privados y el consumo de imágenes de
origen ya sea privado o publico (por ejemplo, la tarjeta postal). También
cuenta con recursos para constituir sus archivos culturales propios, tanto en
el tiempo libre de sus actividades personales, enfocados hacia acontecimientos
o elementos notables de su vida privada, como en la compra o en el alquiler de
libros, periódicos, documentos, que conciernen a la sociedad en su conjunto:
“el publico”. Los periodistas, emisarios de lo notable, son quienes alimentan
la biblioteca o la iconoteca universal.
La imagen es un soporte de la comunicación visual que
materializa un fragmento del entorno óptico (universo perceptivo), susceptible
de subsistir a través de la duración y que constituye uno de los elementos
principales de los medios masivos de comunicación.
El universo de las imágenes se divide en imágenes fijas e
imágenes móviles, las segundas, son derivaciones técnicas de las primeras; lo
que nos interesa en esta parte del trabajo, son las imágenes fijas, siendo la
representación del fenómeno del movimiento, totalmente distinta.
Por una parte, las imágenes se presentan como elementos artificiales del medio ambiente, donde el creador permanece olvidado, distante, colectivo, o incluso reducido a sí mismo (por ejemplo, la fotografía). En estas, en consecuencia, la idea del mensaje se vuelve secundaria en relación con la idea de la cristalización de un pedazo del mundo en una memoria documental; por otra parte, al contrario y específicamente se presentan como los mensajes transmitidos uno a otro.
Estos dos aspectos incluyen se incluyen en una ciencia de las comunicaciones ensanchada y que rigen devenir social de las imágenes en relación de los demás tipos de comunicación a través de una ecología de comunicaciones[3].
De tal modo, las imágenes son una experiencia vicaria óptica que se establece ya sea entre un punto a otro y, por lo tanto, entre un individuo y otro, o bien, como mensaje a través del espacio, como la televisión o la tarjeta postal; y puede ser que se establezca, entre yo y mí mismo y otro momento de nuestra existencia, un documento que se agrega al rendimiento de la imaginación en el espíritu, a las imágenes mentales tan vagas y rechazables, y al mismo tiempo tan importantes, de tal modo que a algunos de nosotros nos hagan pensar.
La imaginería personal, o el dibujo de un aficionado, son formas de retención en gran medida artesanal y en competencia. La fuerza fundamental de la imagen social es entonces, la "figuración", esta subraya a la vez una revolución conceptual constituida por la imagen no figurativa y su poca importancia cuantitativa. Una invención muy reciente en la realidad humana, es la imagen que no pretende representar; que se opone incluso a la idea de presentación de aspectos conocidos de la realidad, se podría decir que es un escándalo visual, pero el ser solo progresa a través del escándalo.
Sin embargo, en casi la totalidad del conjunto de imágenes ordinarias, se trata, a través del espacio o a través del tiempo, de recrear visualmente una porción del universo, para encerrarla al interior de una esfera personal.
Así, tenemos que
la comunicación visual, se basa directamente en el mensaje visual, el cual,
como ya mencionábamos cuando hablábamos de las imágenes, que básicamente
consiste en dos corrientes, la de la
información, y la del soporte del mensaje. Este ultimo, se apoya directamente
en la textura, la forma, la estructura, el modulo y quizás hasta el movimiento
de la propia imagen. En la figura de la siguiente pagina, hacemos una
representación y las cualidades del mensaje visual.
La comunicación
visual es prácticamente todo lo que ven nuestros ojos, desde un zapato, una
nube, una flor, un dibujo técnico, un cartel, etc. Estas imágenes, como todas
las demás, tienen un valor distinto según el contexto en el que se encuentren
insertadas, dando como resultado, informaciones diferentes. sin embargo, entre
tantos mensajes que pasan por delante de nuestros ojos, se puede proceder a dos
distinciones básicas:
1. La comunicación
visual intencional
2. La comunicación
visual casual
Modelo del mensaje visual
Pero, ¿a qué nos referimos con estos dos términos?, En
primer instancia y dando un ejemplo ilustrativo y preciso de la comunicación
visual casual, tenemos a las nubes que pasan por el cielo, y las cuales no
tiene la mínima intención de avisarnos que se acerca la lluvia.
Por el contrario, una comunicación visual intencional,
retomando el ejemplo anterior, seria aquella serie de nubecitas de humo que
hacían los nativos de Norteamérica, para comunicar por medio de un código
preciso, una información determinada.
Asimismo, una comunicación casual, puede ser interpretada libremente por el que la
reciba, ya sea como un mensaje científico o estético. Es decir, recurriendo al
ejemplo de las nubes, tenemos que el conjunto de estas, se podrían interpretar
de manera científica, como una probable precipitación pluvial. En tanto, si
observamos a una nube desde una forma estética, podemos imaginar y/o visualizar
alguna forma definida en esa nube, como un borrego, una persona, etc., es aquí
donde cuando entramos en la interpretación estética de un mensaje casual sin un
propósito definido.
En cambio, una
comunicación intencional, debe ser recibida en el pleno significado que es requerido
por el emisor. De la misma manera, tenemos que la comunicación visual
intencional es subdividida en dos aspectos:
A) El de la información estética y B) La información practica, La
información practica sin el componente estético se entiende y se da por ejemplo,
en el dibujo técnico, la fotografía de actualidad, las noticias visuales de la
TV, las señales de trafico, etc.
Por otro lado
tenemos a la comunicación visual estética, cuya función es transmitir un
mensaje que nos informe, por ejemplo, las líneas armónicas que componen una
forma, las relaciones volumétricas de una construcción tridimensional, las
relaciones temporales visibles en la
transformación de una forma a otra como el caso de las nubes que cambian de
forma.
Sin embargo no se
puede descubrir una estética particular de un dibujo, o más general de un
concepto, ya que el contexto en el que nos desarrollamos es distinto al de
otros pueblos e individuos en el mundo.
Entonces, tenemos
que la comunicación visual se produce
por medio de mensajes visuales que forman parte de la gran familia de todos los
mensajes que actúan sobre nuestros sentidos, por este se presume que un emisor
emite mensajes y un emisor los recibe.
Pero el receptor esta inmerso en un ambiente lleno de interferencias que pueden
alterar o incluso anular el mensaje. Por ejemplo tenemos el caso de una señal
roja en un ambiente en el que predomina la luz roja quedará casi anulada o bien
un cartel de colores banales situado
entre otros carteles igualmente banales
se mezclará con ellos anulándose en la uniformidad. Asimismo el indio que
transmite mensajes de humo puede ser estorbado por un temporal.
Suponiendo que el
mensaje visual esta bien proyectado, de manera que no sea deformado, llegará al
receptor, pero una vez recibido el mensaje, encontrara otros obstáculos. Puesto
que cada receptor, tenemos algo a lo
que, podríamos llamar filtros a través
de los cuales ha de pasar el mensaje
para que sea recibido en su totalidad. Así pues, tenemos que existen tres tipos
de filtros:
1. Filtros
sensoriales. Por ejemplo, existen ciertos individuos no pueden percibir
determinados colores, a los que se les
denomina daltónicos y por ello los mensajes
basados exclusivamente en el lenguaje
cromático se alteran o son anulados.
2. El Operativo.
Depende de las características constitucionales del receptor, Vg. Esta claro
que un niño de tres años analizara un
mensaje de una manera muy diferente de la de un hombre maduro como un chiste
para adultos, o uno político.
3. Filtro Cultural.
Este dejará pasar solamente aquellos mensajes que el receptor reconoce, es
decir, los que forman parte de su mismo universo cultural.
En la siguiente
figura, tenemos el proceso de la comunicación visual, englobado, con las características
que mencionábamos, como podemos ver, es muy similar al proceso canónico de la
comunicación, aunque con claras diferencias.
Esta postura de
la comunicación visual, esta basada en un aspecto puramente físico y parcialmente
psíquico de la percepción y emisión de mensajes. En el siguiente tema
trataremos, un poco mas el aspecto interno del perceptor y del emisor.
La comunicación es, en la vida del hombre un proceso innato y esencial del cual depende el hombre para poder hacerse presente en sí mismo y ante los demás. La capacidad de comunicarse es un evento donde el ser humano pone en función todas sus habilidades dialécticas y sensitivas y las enfoca en un hecho.
Al abordar el
tema de la comunicación en la cultura nos enfrentamos ante un grave problema y
es el de darle el significado a la cultura. El termino mas adecuado para acabar
con esa controversia es el que le dio Carlos Monsivaís al termino cultura, el
habla que un ser tiene cultura cuando sabe que nace, vive, crece, se desarrolla
y muere en un lugar determinado, esto que quiere, nos dice que la cultura es
todo lo que nos rodea todo lo que vivimos es un evento sin precedentes el cual
vive por la creación del hombre que la da vida.
Observar en
particular la comunicación visual desde el punto de vista introspectivo es algo
que además de interesante es también algo misterioso, esto debido a que
comenzamos un proceso de conocimiento interno donde nos encontramos con nuestra
verdadera realidad.
Él comunicarnos
de una manera introspectiva nos hace poner en acción nuestra sensibilidad a su
máxima expresión, nos hace sentir, escuchar, admirar, degustar y oler, la
sensibilidad como hecho físico implica la acción de impulsos eléctricos, pero
la sensibilidad real nos hace sentir emoción, nos estremece, nos hace saltar,
nos hace volar, el lograr canalizar todos estos eventos en un mismo plano tiene por premio el hacer estremecer a otros y de
esa forma cumplir con expresar tu visión introspectiva de tu mundo.
Al canalizar tu
percepción en un plano proporcionas una visión de la realidad, en la que la oposición
de un fenómeno y esencia, de caso particular y ley de inmediatez y concepto, al
plasmar esta en esencia creas un mundo, una obra de arte.
Ciertamente el
arte no pude desvirtuarse, en primer lugar porque el arte es parte de la
cultura, y tal vez por una razón mas precisa aun: el arte constituye, en el
grado más alto, esa toma de posesión de la naturaleza por la cultura que es el
tipo mismo de los fenómenos que estudian todos los seres vivos.
La utilización
del termino lenguaje no merece un puesto en lo que se acaba de decir porque
todo arte es lenguaje o un mensaje allí donde en realidad no lo hay. Si todo
arte es lenguaje, no lo es por cierto en el plano del pensamiento conciente, la
función de la obra de arte es la significar un objeto, la de establecer una
relación significativa con el objeto.
El lenguaje
articulado es un sistema de signos arbitrarios sin relación sensible con los
objetos que se propone significar, mientras que, en el arte sigue existiendo
una relación sensible entre el signo y el objeto.
Una obra de arte
es una forma expresiva creada para nuestra perfección a través de los sentidos
o la imaginación, y lo que expresa el sentimiento humano. Un artista expresa,
pues, el sentimiento pero no desde el mismo modo que el político arrebata o él
bebe llora. El artista formula ese aspecto esquivo de la realidad que por lo
común es considerado amorto y caótico; es decir, objetiva la esfera subjetiva,
y lo que expresa no son, por consiguiente sus propios sentimientos reales sino
lo que él sabe sobre el sentimiento humano.
Una obra expresa
una concepción de la vida, la emoción, la realidad interior. Pero no es una
confesión ni un rapto emocional; es una metáfora desarrollada, un simbolismo no
discursivo que articula lo que es verbalmente inefable, esto es, la lógica de
la conciencia humana.
ES MITO Y
PODEROSA REALIDAD ARTÍSTICA, LEYENDA Y EXISTENCIA EN PLENITUD, AGONIA Y
LIBERACIÓN, LA VIRGEN DE LOS ABORTOS, LA EVA RETENIDA EN EL PARAÍSO INFERNAL DE
LA MESA DE OPERACIONES.
ELLA
COMPRENDE UNA ETAPA DE ARTE NACIONAL.
LA
FRIDA QUE FRIDA PRODUCE PARA POBLAR DE FRIDAS LOS ALREDEDORES, SU OBRA ESTA
DETERMINADA POR EL OLOR Y LA TURBULENCIA. EL ESPECTADOR / LECTOR DE FOTOS, OLEOS
Y DIBUJOS ESTA AL TANTO DE LAS CORRESPONDENCIAS ENTRE FRIDA Y SU METAMORFOSIS
INDUSTRIAL.
FRIDA,
EMBLEMA DE DISIDENCIA MORAL Y POLÍTICA, QUE PINTA LOS FRUTOS DE LA TIERRA Y E
LA FISIOLOGÍA, Y VIERTE SUEÑOS Y PADECIMIENTOS EN AUTO RETRATOS, EN VISIONES DE
LA PAREJA CÓSMICA, EN ALEGORÍAS DONDE LO FUNERARIO ES PARTE DEL SOLEMNE RELAJO
DE TODOS LOS DÍAS.
A
FRIDA LA HA ADOPTADO LOS FEMINISTAS, LOS CHICANOS, LOS ARTISTAS QUE NO HAN
QUERIDO LLAMARLA “NARCISISMO”, A SU NECESIDAD DE AUTOEXAMEN.
MANUEL
ABRAHAM HORTA
El arte de Frida Kahlo gira
alrededor de su vida, y su vida gira alrededor de un solo sitio. Nació y murió
en la "casa azul", en la calle de Londres 247, en Coyoacán. Las cartas
escritas durante sus estancias en los Estados Unidos y en París hablan siempre
de su añoranza por retornar a su barrio de Coyoacán, alguna vez suburbio
residencial y hoy parte de la gran Ciudad de México. En la fachada azul cobalto
de su casa hoy aparecen inscritas las palabras "Museo Frida Kahlo" en
grandes letras rojas. La entrada la cuidan un par de gigantescos Judas de papel
maché, elaborados para explotar el sábado anterior a la Pascua. Al pasar junto
a ellos, se entra a uno de los lugares más fascinantes de México, el hogar de
una mujer con todas sus pinturas y posesiones convertido en museo.
La paleta y los pinceles de Frida Kahlo yacen sobre su mesa de trabajo
como si acabara de dejarlos ahí. Y en ese lugar, cerca de la cama de Diego
Rivera, están su sombrero texano, sus enormes overoles y sus gigantescos
zapatos negros de minero. La casa está llena del arte popular y precolombino
que los Rivera coleccionaban ávidamente. Adornan los muros grotescas máscaras,
pinturas folklóricas, ollas y pequeñas y primitivas pinturas devotas conocidas
como retablos. La enorme colección de juguetes, muñecas y otras curiosidades de
Frida se apila en las repisas de su recámara.
Una maleta contiene una amplísima falda y una blusa bordada del Istmo de
Tehuantepec. Éste era el traje que habitualmente portaba para complacer a su
marido, para enfatizar su identidad mexicana, y para ocultar la ligera cojera
que le producía la herida de su pierna derecha. Cuando Frida Kahlo caminaba por
las calles de San Francisco y de Detroit, sus faldas hasta el suelo y su cabeza
llena de listones sostenida en alto al final de un elegante cuello detenían en
seco a los demás transeúntes. En Nueva York, los niños de escuela la seguían
gritando: "¿Dónde está el circo?" Y en París, Elsa Schiaparelli quedó
tan favorablemente impresionada por sus ropas indígenas que diseñó una robe
Madame Rivera.[5] Frida
adoraba la atención. Su auto creación como una personalidad llena de colorido
la convertía en el complemento perfecto para su esposo, a quien ella llamaba
sapo" y quien también gustaba de llamar la atención.[6]
En la habitación de la esquina de la "casa azul" están pintadas
sobre los muros las palabras: "Aquí
nació Frida Kahlo el 7 de julio de 1910". Afuera, en la pared del
patio se lee: "Frida y Diego vivieron en esta casa de 1929 a 1954."
Ninguna de estas declaraciones es cierta. El certificado de nacimiento de
Frida indica que ella nació el 6 de julio de 1907 a las ocho treinta de la
mañana, y que su nombre era Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón. Alrededor
de 1922, cuando ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria, se cambió la edad,
posiblemente porque no quería que ni sus compañeros de clases ni su novio
supieran que era mayor que ellos. (Un ataque de polio a la edad de siete años
pudo haberla retrasado en la escuela.)
Tal vez ella haya elegido 1910 como la fecha de su nacimiento porque ése
fue el año del comienzo de la Revolución Mexicana. Siendo como era franca al
expresar su compromiso con los ideales de esa lucha larga y sangrienta, Frida
también ponía de manifiesto sus ataduras con lo que ella llamaba la raza, o el
pueblo, no sólo en su arte sino también en su manera de vestir, en su
comportamiento y en la decoración de su hogar.
Ni tampoco vivieron Frida y Diego en la casa de Coyoacán durante todos
los años que se mencionan en el muro del patio. Al principio de su matrimonio
vivieron en el departamento de Rivera en el centro de la ciudad de México,
luego en Cuernavaca y, más tarde, en los Estados Unidos, donde Rivera fue
comisionado para pintar murales de 1930 a 1933. Al regresar a México
establecieron su residencia en dos casas de estilo internacional construidas
para ellos en San Ángel, un gran cubo color rosa para Rivera y un pequeño cubo
azul para Frida, ambas casas unidas por un puente. Los amigos recuerdan que
cuando Frida se enojaba, simplemente cerraba con llave sus puertas y Rivera se
paseaba de un lado a otro, del puente a la puerta principal, hasta que ella
cedía y lo dejaba entrar. En 1939, cuando Rivera se divorció de ella, Frida
volvió al hogar de su niñez, que Rivera había comprado a los padres de su mujer
años antes. Después de sus nuevas nupcias, en 1940, ella continuó viviendo en
Coyoacán y él vivía con ella cuando lo deseaba, manteniendo las casas de San
Ángel como su estudio.
En 1932, cuando Frida inició el proyecto de hacer una pintura de cada año
de su vida, comenzó al principio mostrando, tal y como ella lo explicaba,
"como yo imaginaba que había sido mi nacimiento". Mi Nacimiento es una extraña natividad:
ninguna de las tres figuras en él está viva. Una cabeza espantosamente grande,
que se identifica como Frida por las cejas juntas, surge de la matriz de la madre.
El bebé a medio nacer que yace en medio de un charco de sangre se refiere al
bebé que Frida acababa de perder mediante un aborto, que le hizo desear haber
muerto también. Una sábana que sirve de sudario a la madre de la cintura para
arriba hace aun más desnudas sus piernas abiertas. "Mi cabeza está
cubierta", dijo Frida a una amiga, "porque como coincidencia con la
elaboración de la pintura, mi madre murió".[7]
Así, Frida continuó pintando a partir de este accidente, y tres años mas tarde, ella le llevó a Diego Rivera algunos de sus primeros cuadros para que los viera y éste la animó a continuar pintando, y en 1929 se casaron. Influida por la obra de su marido, adoptó el empleo de zonas de color amplias y sencillas plasmadas en un estilo deliberadamente ingenuo. Al igual que Rivera, quería que su obra fuera una afirmación de su identidad mexicana y por ello recurría con frecuencia a técnicas y temas extraídos del folklore y del arte popular de su país. Más adelante, la inclusión de elementos fantásticos, claramente introspectivos, la libre utilización del espacio pictórico y la yuxtaposición de objetos incongruentes realzaron el impacto de su obra, que llegó a ser relacionada con el movimiento surrealista.
Sus cuadros representan fundamentalmente su experiencia personal: los aspectos dolorosos de su vida, que transcurrió en gran parte postrada en una cama, son narrados a través de una imaginería gráfica. Expresa la desintegración de su cuerpo y el terrible sufrimiento que padeció, esto lo explicaremos mas adelante, con un poco mas de detenimiento.
Es importante mencionar que a Frida, se le amputo una pierna, a pesar de que ella no estaba muy convencida, fue ella misma, quien accedió a que se le practicara tal intervención; aunque la operación fue un éxito, y Frida pudo caminar distancias cortas con su pierna artificial, espiritualmente nunca se recuperó. Aun en los momentos en que hacía gala de su habitual alegría y se movía frente a sus amigos para mostrarles su pierna de madera en una bota roja decorada con cascabeles, su alegría era falsa. Rivera recordaba: "A continuación de la pérdida de su pierna, Frida cayó en una profunda depresión. Ya ni quería que le platicara sus aventuras románticas, acerca de las cuales le gustaba oír, desde nuestras segundas bodas. Había perdido la voluntad de vivir." Su adicción a la droga se le hizo más grave.
Tuvo varios intentos de suicidio, y con frecuencia se violentaba también con los demás. Mucho de su tiempo lo pasaba durmiendo en un estupor resultante de la inducción de drogas. El 11 de febrero de 1954, anotó en su diario: "Me amputaron la pierna hace seis meses; me han hecho sufrir siglos de tortura y en momentos casi perdí la 'razón'. Sigo queriendo matarme. Diego es el que me detiene, por mi vanidad que me hace pensar que le hago falta. Me lo ha dicho, y le creo, pero nunca en la vida he sufrido más... esperaré un tiempo".6
El 2 de julio, mientras se recuperaba de una bronconeumonía y contra las órdenes del médico, abandonó la cama para unirse a una manifestación contra la caída del gobierno izquierdista de Jacobo Arbenz en Guatemala que fue provocada por la intervención de la CIA. Las figuras destacadas del mundo de la cultura mexicana siguieron el ejemplo de Frida, quien con aspecto desmañado y con la cabeza cubierta sólo por una arrugada mascada en lugar de su habitual corona de moños trenzados, era empujada en su silla de ruedas por Rivera. En ésta, su última aparición en público, se convirtió en un espectáculo heroico; sosteniendo una bandera que llamaba a la paz, encontró la energía para unirse al grito de la multitud: "¡Gringos asesinos, fuera!" Cuando regresó a su casa le confió a un amigo: "Sólo quiero tres cosas de la vida: vivir con Diego, seguir pintando y pertenecer al Partido Comunista "[8]. Y lo logró, pues el matrimonio Kahlo-Rivera fue un miembro muy notable del Partido Comunista Mexicano.
Cuando falleció once días después, su muerte se reportó como provocada por una embolia pulmonar, pero considerando sus intentos de suicidio, muchos de los amigos de Frida creen que ella se mató. Las ultimas palabras que aparecen en su diario sugieren algo similar: "Espero alegre la salida... y espero no volver jamás... Frida." El último dibujo en su diario es un ángel negro que se eleva, seguramente el ángel de la muerte.
Cuando Frida murió, Rivera quedó como "un alma partida en dos". Su gran cara de rana se hizo flácida entre los pliegues de la edad y del dolor. Se enterró las unas sobre las palmas de sus puños cerrados una y otra vez hasta que sangraron. En su autobiografía, Rivera recordaba: "El 13 de julio de 1954 fue el día más trágico de mi vida. Perdí a mi querida Frida, para siempre... Demasiado tarde me di cuenta de que la parte más maravillosa de mi vida había sido el amor que sentía por Frida."[9]
El día de su entierro, el féretro de Frida fue cubierto con la bandera del partido, un hecho que fue muy criticado por toda la prensa nacional. Su casa de Coyoacán fue transformada en Museo y lleva su nombre.
Frida expuso en tres ocasiones. Organizó las exposiciones de Nueva
York de 1938 y de París de 1939 a través de sus contactos con el poeta y
ensayista surrealista francés André Bretón. En abril de 1953 expuso por primera
vez en la galería de Arte Contemporáneo de Ciudad de México. Un año después
murió.
Frida Kahlo fue un personaje que tanta influencia ejerció en la vida cultural de México en los tumultuosos años de la post-revolución, durante los cuales se gesta el movimiento muralista mexicano.
La experiencia personal del artista,
llena de significados, aligera o intensifica la magnitud de su trabajo creador,
pero, ¿hasta qué punto? La vida y la creación en el arte son dos realidades
indisolublemente unidas por una fuerza que en esos momentos las sobrepasa, y es
entonces, que la obra surge con una vida propia.
Para entender la intima relación que existe
entre la pintura de Frida Kahlo y su vida, afrontaremos fascinantes y ricas
oposiciones; una curiosa mezcla de energía y de fragilidad, de entusiasmo exaltado
y de dolor, en fin, un universo que guarda dos naturalezas opuestas y
complementarias: el de la mujer.
Resulta innegable que el pensamiento de
las mujeres esta determinado, en su mayor parte, por la estructura de su
cuerpo: espejo que nos enfrenta día a día con nosotras mismas, corriente de la
existencia que es la prueba irrefutable de la vida misma. El cuerpo, espacio en
continuó devenir en donde su ser se manifiesta. en el terreno del arte el
cuerpo de la mujer, receptáculo de la vida, nutre y articula constantemente y
su trabajo de artista:
“La mujer tiene que escribir su cuerpo,
tiene que inventar una lengua impenetrable que haga estallar las murallas...
Las mujeres son cuerpo. Más cuerpo, luego entonces más escritura”.[10]
El lenguaje de la mujer, cuando se
expresa por la palabra, como en la literatura, o por la imagen, como en la
pintura, participa de una realidad específica y concreta: la imagen del cuerpo.
Un lenguaje que se hace anatomía, que se hace cuerpo, y, por eso, es Otro y es
Diferente.
Como ya se dijo antes, entre las mujeres
su imagen del cuerpo es una de las piedras angulares de su pensamiento.
Frida Kahlo recurre a la imagen del
cuerpo pues es éste el lugar de referencia más rico que tenemos hacia el exterior;
es decir que, a través de él los fenómenos que nos vienen de afuera –entre
ellos los fenómenos del arte- encuentran su resonancia tanto en la estructura
interna del cuerpo como en su anatomía y aún en el propio pensamiento. Por
medio de esta imagen, nos transmite un mundo dolorosamente fascinante de
emociones y sensaciones propios de su vida de mujer, ya que “lo femenino es uno
de los puntos cardinales del horizonte en donde se sitúa la vida interior”.
Uno de los intereses que despierta Frida
Kahlo, así como la atracción que provoca, reside en que fue uno de los testigos
más fieles de una de las épocas más efervescentes de la historia del arte mexicano,
aunque desde una perspectiva muy personal. En efecto, en el movimiento en que
surge la escuela muralista de pintura, se sustrae a esta corriente artística
–aún cuando quiso seguir de cerca sus lineamientos generales- para ir en busca
de una vivencia interior y solitaria que es la base de la mayor parte de sus
creaciones.
Eran años de una grande y rica
efervescencia política, una época ardiente, romántica y entusiasmada por
alcanzar un cambio social y cultural en la vida nacional.
En las obras de Frida Kahlo encontramos
la imagen del cuerpo que funciona como centro y maestro del espacio, a partir
del cual todo parece entrar en una inquietante dialéctica del “Yo-al-Otro”.
El cuerpo es para ella un escenario en
donde todo puede suceder. Así, existe pues, una relación espontánea entre el
Mundo y el cuerpo expresada por el deseo de atrapar las cosas desde su origen,
de encontrar un contacto simple e ingenuo con el Mundo, de descubrir las cosas
en la relación misma que ellas guardan con cada individualidad corporal; en una
palabra, por el deseo de descubrir el ¡acto de sentir!
Así, en el universo de esta pintora la
identificación o la coexistencia entre su cuerpo y el mundo están sometidos a
un proceso constante de imbricación; hay una relación íntima y estrecha de su
imagen frente al mundo exterior, cuya pintura será su mejor testimonio.
A lo largo de la casi totalidad de su
producción, el cuerpo de Frida Kahlo, real e imaginario, está presente; él
teje, por así decir, una trama de figuras y situaciones provocadoras que
despiertan en el espectador unas veces confusión, otros estados de franca angustia.
Es allí, en esta estrecha relación entre la experiencia corporal y la creación
de formas y de personajes que sostienen su obra.
Dada la profunda conciencia que la
artista tiene del cuerpo, comprensible en alguien que estuvo la mayor parte de
su vida atada a una silla de ruedas, éste se convierte en el único vehículo de
su ser a través del mundo, por lo tanto estará en el centro de lo visible,
incluso cuando ella lo presenta pequeño, mutilado o deformado por las heridas,
“el será el término imperceptible hacia el cual todas las cosas miran”. El
cuerpo será, pues, el soporte de su universo, transformando su expresión en
palabra anatómica, siempre la del cuerpo.
La
intensidad de las pinturas de Frida Kahlo fueron motivo, para que un critico
londinense a advertir que los muros de sus exhibiciones deberían quedar
cubiertos con asbesto. El poeta y ensayista André Bretón llamo a su arte
"una cinta que envuelve una bomba". La energía que irradia de los pequeños
y meticulosamente observados autorretratos, proviene de la ferocidad de su
dialogo consigo misma, y de la terrible historia, de la que fue participe.
Como anteriormente mencionábamos,
las características de su vida, son para sorprenderse, la fuerza de voluntad
para no verse avasallada por el sufrimiento de no poder tener un hijo, así como
los constantes dolores, causa de su fatal accidente; dan como consecuencia, un
desbordamiento de sentimiento, a la hora de describirse en sus famosos
Autorretratos.
Ella se pinta a sí misma, agrietada,
llorando junto al corazón que le ha sido extraído, desangrándose durante un aborto,
anestesiada en una camilla de hospital, durmiendo con un esqueleto, y siempre,
aunque aparece retratada junto con sus mascotas o su esposo, se muestra dolorosamente sola.
Frida menciona que se retrataba a sí
misma, porque pasaba mucho tiempo sola,
y porque ella era el único motivo que
mejor conocía[11]. Y
realmente, si que tuvo mucho tiempo para conocerse a sí misma, pues como
mencionábamos, en 1925 a la edad de dieciocho años, sufrió ese terrible
accidente que la dejo parcialmente invalida.
Mientras
se recuperaba, comenzó a pintar su primer Autorretrato
de 1926, en este, podemos observar que desde el principio, refleja tanto como
una autoexploración, y una suplica de atención. Este dialogo que tuvo consigo
misma, duró poco menos de veintiocho años, en los cuales, Frida produjo algunas
de las fantasías mas extraordinariamente personales y originales del siglo XX.
Sin embargo, nosotros nos enfocaremos a analizar los autorretratos, y cuáles
fueron los estados de animo que la llevaron a realizarlos, y por tanto, darnos
una idea de cómo sus sentimientos más recónditos, son transmitidos y percibidos
por las personas.
Del
mismo modo, tenemos que Frida explicaba, que pintaba su propia realidad, que lo
único que ella sabia, era que pintaba porque sentía la necesidad de hacerlo, y
por tanto, pintaba cualquier cosa que le pasaba por la mente sin ninguna otra
consideración.
Autorretrato 1926
Debido
a que interiorizaba por medio de sucesos y apariencias para captar las capas
más profundas de su realidad, cada uno de nosotros se sintió llamado directa y específicamente
por sus autorretratos. Las pinturas de Frida Kahlo están llenas de
contradicciones, esta primero la tensión del producto del exterior festivo y
sin adornos, y por otra parte, esta su angustioso interior.
Para
Frida Kahlo, el pintar autorretratos, era una especie de cirugía psicológica,
pero a la vez, demostraba una negación de sus propias vivencias. Al proyectar
su dolor al exterior, hacia una segunda Frida[12],
no solo enfrentaba y confirmaba su dura realidad, sino que también exorcizaba
al dolor que traía en sus entrañas. Asimismo, al dar y retener, Frida imbuía
emoción a sus autorretratos, que no eran
mas que un modo de comunicar sus sentimientos, y a su vez, un medio para
controlar a los mismos.
Como
mencionábamos, este autorretrato fue realizado cuando ella estaba aun en
recuperación del trágico accidente que sufrió, en donde quedo parcialmente
paralítica. Aquí Frida se pinta de una manera alargada, muy similar a las
pinturas inglesas prerafaelistas que ella tanto admiraba. Este retrato refleja
una tensión emocional. Según la biografía de Frida Kahlo, este autorretrato lo
realizó como una muestra de amor por la cual ella quería recuperar el cariño de
su ser querido. Esto es, ella mantenía una relación con un joven llamado
Alejandro, cuya relación decayó, porque aparentemente él pensó que era una
mujer promiscua. Frida había regalado el autorretrato para que Alejandro la
tuviera presente en sus pensamientos.
Este
primer autorretrato Frida se pinto como
una princesa, y además proporcionaba un ser sustituto que, al igual que su
amiga imaginaria de sus sueños infantiles, entendía sus propios problemas.
Existen además del primer autorretrato,
numerosas pinturas mas, como este trabajo no deseamos extendernos, solo mencionaremos
aquellas que a nuestro parecer son las más significativas
Así pues, tenemos que en sus
composiciones El círculo (1951) y Frida y el aborto (1932), el cuerpo es
una especie de epicentro en torno al cual gira el mundo de la representación.
En Frida y el aborto, la autora se
expresa por la anatomía; aquí, el cuerpo ocupa el centro del espacio
presentándose desnudo y, en cierta forma, transparente, pues en su interior los
órganos de su aparato reproductor se exponen libremente. A la derecha de la
composición, están representándose ciertos elementos de la vida vegetal, y al
lado izquierdo, el desarrollo progresivo de la vida de un feto. Con esto vemos
que la imagen del cuerpo se impone como el eje de un universo pictórico, a
partir del cual “... el regreso a sí misma está en proceso de realización”[13].
Dicho de otro modo, es a través del acto de pintar que ella se reúne a su
cuerpo para construir otra forma de comunicar, de crear. Buscando un
enfrentamiento consigo misma, una identificación, Frida ofrece en sus telas la
imagen de su cuerpo.
El
Circulo, 1951
Es por su anatomía que la mujer accede al
mundo de la creación, pero es cierto también que por su cuerpo la creación
femenina se modifica y se presenta ante los otros como algo diferente.
Es el cuerpo el que religa por todas sus
partes al mundo, es él el que modela las cosas y, a la inversa y simultáneamente,
las cosas modelan el cuerpo: él se proyecta en el mundo y el mundo se refleja
en él. Así, la imagen del cuerpo, centro de la figuración, se convierte en el
receptáculo de toda la visibilidad. Él es el principio y el fin de su universo,
a través de su imagen ella modela el conjunto de sus creaciones como algo que
forma parte de su propia definición, como un anexo de sí misma, como una
prolongación de su ser.
Frida
y el Aborto, 1932
En Fantasía
(dibujo de 1944), la imagen de un paisaje evoca una verdadera fantasía
anatómica: una boca, un ojo, una pierna, los senos. El cuerpo se deshace, se
filtra, para transformarse en un paisaje que sugiere las forma femeninas. Cierto,
el cuerpo se presenta en la obra de esta autora como la imagen de su
existencia, como un nudo de
significaciones gracias al cual expresa las modalidades de su vida. Imagen
cubierta de sufrimientos insondables y, como más adelante veremos, por una
profunda angustia existencial; imagen que se abre para dejar que la mirada del
otro penetre hacia su interior. El cuerpo es el objeto por el cual ella
transforma el mundo en pintura.
Para Frida Kahlo las relaciones que
existen entre la creación en el arte y la vida o, si se quiere, entre la
pintura y la experiencia corporal, son dos términos de un mismo segmento,
intercambiables el uno al otro, pues la Vida y el Arte no son más que uno solo.
El arte sostiene la Vida. Las Vida nutre al Arte.
El lenguaje del cuerpo, para ella el del
conflicto, va a expresar la violencia y la intensidad de su anatomía. Desde el
primer acercamiento, nos damos cuenta que para ella todo comienza por el sufrimiento.
Sus composiciones reflejan el calvario físico que tuvo que soportar a lo largo
de 28 años.
Uno de sus dibujos titulado justamente La operación cesárea (1932), evoca el
accidente de su juventud al lado del tema del delirio, de las intervenciones
quirúrgicas y de la atmósfera sórdida, fría y solitaria de los hospitales y de
las clínicas para enfermos.
Fantasía, 1944
En La
operación cesárea, cuadro posiblemente no terminado, pues el dibujo carece
de proporciones y la composición es poco cuidada, la autora se representa
desnuda ante el espectador y tendida sobre una cama de hospital. A su alrededor
aparecen imágenes y personaje apenas bosquejados, que no dan al conjunto la
impresión de ser el objeto de un sueño sino más bien de una pesadilla. Así
tenemos la imagen de un recién nacido, el rostro de una mujer y seguramente, a
su derecha, la cara de Diego Rivera. En el extremo izquierdo, en la parte
superior de la tela, aparece un grupo de médicos en el momento en que realiza
una operación quirúrgica.
En el Retrato
de Frida y el doctor Farril (1951), tres líneas de fuerza atraviesan esta
obra: la imagen del cuerpo, es decir, el personaje central de la escena
representado por la pintora misma, la enfermedad y la imposibilidad física, resumidas
en la silla de paralítica donde ella se encuentra y, por último, la “pintura”
que constituye la referencia de toda la composición concretamente figurada por
el retrato del médico apenas terminado, como nos lo indican los pinceles y la
paleta que tiene aún en sus manos. Pero, si estos tres elementos, cuerpo –
enfermedad - pintura, son para la artista una terrible realidad pues representa
el origen de un sentimiento de angustia provocado por el enfrentamiento que
debe librar consigo misma, ellos son, a su vez, un lugar que ella construye
para dar un irrevocable adiós a la vida cotidiana. A pesar de sus esfuerzos por
llevar a cabo una obra con contenido social y político, tal como lo exigían las
nuevas corrientes del pensamiento artístico de su tiempo, la pintura y la
enfermedad la conducen a un tiempo de ruptura social y de aislamiento.
Numerosos son los casos en donde la
creación artística fuertemente ligada a una crisis física, hace que el
individuo penetre a un espacio fuera de lo cotidiano y de las leyes, más allá
de un estado ordinario del hombre normal; en resumen, la enfermedad ligada al
arte conduce a su creador a un estado de “pureza” en donde éste renuncia a la
vida inmediata.
Frida y el doctor Farril, 1951
En sus relaciones con lo visual, el exhibicionismo
va a la par con el mirar. Ambos, en búsqueda de la satisfacción, convierten al
cuerpo en el único medio capaz de llenar ese deseo.
La pintura de Frida relata la historia de
un cuerpo que se exhibe, transmitiendo un estado de angustia y de excitación.
Algunas de sus composiciones encierran un erotismo ligado a ciertas manifestaciones
de crueldad y de violencia. En La columna
rota (1944) ella exhibe, a la manera de un mártir de la iconografía
religiosa cristiana, su cuerpo desnudo abierto en dos por una columna jónica
que se derrumba. La angustia y el sufrimiento físico están claramente
representados por una serie de clavos incrustados en todo el cuerpo, y por unos
cinturones de acero que sostienen su esqueleto.
La
Columna Rota, 1944
Ella muestra las anomalías de su cuerpo a
la mirada escrutadora y sorprendida de su espectador, ya que sus heridas, su
invalidez y sus mutilaciones no hacen más que acentuar el erotismo de sus creaciones.
En Cuerpo sin cabeza y corazón rojo
(1938), se representa a sí misma como un personaje decapitado que deja ver sus
heridas al exterior.
Cuerpo sin Cabeza y Corazón rojo, 1938
En sus realizaciones existe una fuerza
autodestructiva dirigida particularmente a los órganos locomotores: la columna
vertebral aparece resquebrajada, además de que los pies y las manos están frecuentemente
suprimidos a la representación total del cuerpo. Pero paralelamente a este
ataque contra la unidad de su anatomía, pareciera más bien que ella, a través
de su pintura, deseara completar y reunir su propia imagen fracturada.
Autorretrato
con Mono, 1940
Sus personajes viven en un mundo donde
sólo la imagen del cuerpo es capaz de transmitir la impotencia y la desesperación
humana. En su Autorretrato con mono (1940),
ella está de frente en medio de dos animales: un gato y un mono colocados a la
altura de sus hombros. El gato aparece crispado y con mirada amenazadora,
mientras que el mono, aparentemente inocente, hace sangrar a Frida jalando un
collar de espinas que ésta lleva alrededor del cuello. Suspendido en medio de
ese collar, un pájaro negro muerto despliega sus alas... El mismo principio se
repite en aquellas obras en donde el cuerpo está sujeto a un proceso de
desmembramiento y de anomalías físicas, representadas por cuerpos desnudos,
heridos y mutilados que expresan gran crueldad.
Sus imágenes traducen los estados de ánimo de su creadora, reflejando su
intimidad y manteniendo una estrecha relación entre su vida interior y
exterior.
Encontramos, pues, una correspondencia
íntima entre el cuerpo y el exterior, una “animación” que éste hace de todo lo
que lo rodea, es por esta línea de fuerza, la de su propia anatomía, que la
pintura de Frida Kahlo va a envolver a su ser, conduciéndola a un mundo donde
las fronteras entre el arte y el cuerpo tienden a desaparecer. A partir de una
creación corporal, o más bien de una identificación corporal a través de la
obra de arte, el individuo llega a ese maravilloso pacto “erótico - estético”
que ha determinado la mayor parte de las creaciones en Occidente: una pintura
donde existe un doble juego de erotismo y de placer estético, en el cual el
cuerpo es a la vez tema y objeto de la creación.
El cuerpo es el personaje central de la
historia, tanto en la enfermedad como en el accidente o en el peligro de muerte.
En Hospital
Henry Ford (1922), abandonada a una fría cama de hospital que flota en la
inmensidad de un paisaje árido y severo, en cuyo fondo se dibujan las torres de
unas fábricas, aparece sola en medio de manchas de sangre que dan testimonio de
sus abortos. A su alrededor, girando sobre su cama, están suspendidos un feto,
un caracol, una pelvis y los aparatos donde se preparaban el corsé de yeso que
llevó durante largos años. A pesar de lo fuerte de esta escena, pues ella es
generalmente el objeto del dolor y de la amenaza de muerte, su rostro aparece
indiferente al sufrimiento, quedando el cuerpo como lo único capaz de expresar
algo de sí misma. Es un milagro el que Frida ha pintado, el milagro de su
existencia amenazada por la destrucción del cuerpo.
Hospital Henry Ford, 1922
El cuerpo es en efecto el grado cero del
espacio, sin él éste carecería de fundamento, sería una quimera irrevocable, ya
que el cuerpo al abarcarlo o llenarlo le da su razón de ser. En Mi nacimiento (1932) figura en una
estrecha habitación una mujer tendida sobre una cama, bañada por una intensa
luz amarilla y cubierta por una sábana blanca. De entre sus piernas abiertas,
en posición de alguien que va a dar a luz, se asoma una sórdida cabeza de
recién nacido en la cual la pintora proyecta su nacimiento.
En el reducido espacio de su universo
pictórico, ella se convierte en el tema central de su historia, aunque también
es su propio comentador, pues deja pequeñas leyendas, textos explicativos y dedicatorias
que cuentan la situación ilustrada por la imagen. En este sentido sus telas son
como un gran documento de sí misma, y su lenguaje, como todo lenguaje autobiográfico,
es de carácter eminentemente íntimo.
Mi Nacimiento, 1932
En Árbol
de la esperanza (1946), dos personajes encarnan su desdoblamiento; una, la
Frida enferma quien sostiene en la mano su corsé de inválida, la otra, la Frida
herida que muestra su cuerpo tendido en una camilla de hospital. Las dos en
medio de un paisaje desierto y agrietado que nos remite nuevamente a la
problemática del cuerpo herido. De esta manera, realiza una inversión
simbólica, ya sea, por un lado, en la superficie de la lámina de metal y, por
otro, en la temática de sus composiciones: su piel herida y lacerada convertida
en el soporte de su creación de artista.
En La
Venadita (1946), este animal atraviesa el espacio sangrando a causa de las
heridas de varias flechas, pero, gracias al cuidado de la composición, a su
perspectiva y, más que nada a ese plasticismo arcaico en la manera con que se
ha pintado el fondo del cuadro, nos recuerda algunas pinturas del Quatroccento
italiano; de ahí ese refinamiento del que hablábamos en el tratamiento de las
figuras, aún y cuando en su temática sea de una irónica crueldad, mientras que,
por otra parte, esa tendencia a destruir la imagen del cuerpo la manifiesta con
un profundo realismo en donde ella se contempla como un verdadero fenómeno
clínico. Sea como fuere, su pintura está animada por una religiosidad y un
dramatismo que trasciende su historia personal.
Puesto que la sangre es el signo de la
violencia por excelencia, es igualmente el de un poder mágico que se traduce en
una fantasía compartida entre el horror y el poder, ya que, “... sin lugar a dudas:
si la sangre es realmente el terror, es verdaderamente también el gozo”. Esta
ambivalencia con que Frida se deleita y de la que se sirve para expresar el
mundo en que vivía, hizo creer a los surrealistas que formaba parte de ellos:
ambivalencia entre la alegría y el dolor, la ilusión y el horror, la
destrucción y la vitalidad, la realidad brutal y el “milagro”, el amor y la
cólera, la vida y la muerte.
Árbol de la
Esperanza, 1946
La Venadita, 1946
La comunicación a través de la historia, ha trazado los
caminos de la cultura, ha marcado su desarrollo y ha dado a conocer como es el
hombre. La comunicación ha sido el fundamento no solo de la vida social, sino
también de su desarrollo y su desenvolvimiento; asimismo, la causa y origen de
su cambio y evolución, para ello, el hombre ha tenido que valerse de la
facultad que tiene para comunicarse, ya sea, a partir del lenguaje, o mediante
símbolos o imágenes.
Las imágenes, muestra de expresión artística, definen,
las características internas y externa del emisor, y determinan los rumbos que
tendrá el perceptor, gracias a ellas podemos conseguir lo queremos, expresar lo
que queremos, y a sí sentirnos bien con nosotros mismos, y transmitir eso hacia
los demás; aunque existen casos en los que esto no se da, pero finalmente, la
proposición es transmitir algo, de nuestra propia existencia a los demás.
Frida Kahlo, es la expresión de sus ideas y sentimientos
a través de una expresión artística, como lo es la pintura; y que además, se ha
convertido en parte de la propia cultura mexicana, ella no fue mártir, solo fue
una mujer que comunicaba lo que ella sentía, y que lo demostraba en cada una de
sus pinturas. Entonces no podemos decir que la comunicación es solo transmisión
de información, sino también es una manera de compartir con los demás, algo tan
intimo y tan metido en nuestro ser.
Así, la relación entre cultura y comunicación, no existe,
porque ambas se involucran. Cuando las separamos. Cuando las separamos, seria
hablar de difusión, pero en el caso de un proceso que viene a revertir el
autoritarismo social (no solo manifestado en los medios de difusión), cultura y
comunicación se involucran. O mejor, se van involucrando lenta, balbucientemente,
porque se trata de un aprendizaje, de un desarrollo y de una creación de lo que
durante largo tiempo ha sido negado y reprimido.
Comunicación y
cultura en México, debe ser algo todavía buscado, algo que se va desenvolviendo
conforma avanza la radicalización de nuestros pueblos. Quien se compromete a
estas abstracciones, pacta con el pasado. La tarea es unirse a esa búsqueda que
en muchos casos se va convirtiendo en un encuentro.
Ref.1
Maldonado
William Héctor,
Manual de Comunicación Oral,
Editorial
Alhambra Mexicana, agosto de 1994,
Ref.
2
Abraham
A. Moles,
La Imagen. Comunicación Funcional,
Editorial
Trillas, Junio de 1991,
Ref.
3
Moreno
Rodríguez José Luis
Alfaro
Arreola José Luis
Campos
Huichan Gregorio,
Modelo de Procesamiento humano de información,
Folleto
del Colegio de Ciencias y Humanidades, Marzo de 2000,
Ref.
4
Herrera
Hayden,
Frida Kahlo. Las pinturas,
Editorial
Diana, Julio de 1998,
Ref.
5
Rico
Araceli,
Frida Kahlo. Fantasía de un cuerpo herido,
Plaza
y Valdés Editores, julio de 1988.
Museo
de Frida Kahlo
Londres Numero 247, Coyoacán, DF.
[1] La energía nerviosa no se transforma de manera directa en energía nerviosa, mas bien desencadena un proceso autónomo, a este proceso de codificación se le conoce con el nombre de transducción.
[2] Este proceso lo conocemos mejor con el nombre de impulso nervioso.
[3] Por ecología de las comunicaciones hay que entender un entorno de relaciones humanas, y el medio en que estas se desarrollan.
[4] Es importante mencionar que en esta biografía se han omitido algunos datos, solo nos hemos enfocado en los datos más relevantes de su vida.
[5] Ref. 4 pag. 2
[6] Ref. 4 pag. 3
[7] Ref. 4 pag. 7
[8] Ref. 4 pag. 218
[9] Ref. 4 pag. 219
[10] Ref. 5 pag. 17
[11] Ref. 4, pag. 3
[12]Cuando decimos "una segunda Frida", nos referimos a la que ella retrata, o más bien es una parte de ellas que plasma en una pintura.
[13] Ref. 5 pag. 25- 26